ERRONEA AMISTAD.


Miguel se encuentra encarcelado, hace pocos meses fue sindicado del delito de atraco a mano armada e intento de homicidio.

Miguel es una persona joven, aún no cumple los treinta años. Es el mayor de una familia de tres hermanos.

Desde muy chico fue una persona inquieta que gustaba de la aventura y la osadía, sin que esto representara algo grave, solo pequeños choques con sus padres por la desobediencia y la indisciplina.

A la edad de catorce años le hicieron un test psicológico, y el resultado fue excelente, era una persona con un nivel muy alto de inteligencia. La conducta rebelde era tan solo la manifestación de su gran capacidad intelectual, todo lo cuestionaba y era una persona de grandes habilidades.

Jairo está en el sanatorio, hace ocho días intentó suicidarse. Ha sido el mejor amigo de Miguel desde que eran chicos. Jairo se siente culpable por lo que le pasó a Miguel, su pena lo llevó a intentar quitarse la vida tomándose varios sedantes.

La amistad de los muchachos siempre fue estrecha. Jairo tenía una personalidad algo pasiva, pero al igual que Miguel, con una gran capacidad mental, era un chico inteligente.

Mientras que Miguel era el osado y atrevido, Jairo era su cómplice y el principal camarada o compinche, a pesar de no estar de acuerdo con muchas de las cosas que Miguel realizaba, pero finalmente, siempre le cubría la espalda.

“El valor de la amistad, se basa en la fidelidad”, de esta frase hicieron su lema.

Jairo llegó a enfrentarse fuertemente con Miguel por algunas cosas que no compartía, pero a pesar de esas diferencias, nunca lo delató ante sus padres o maestros del colegio.

En la adolescencia Miguel fue calificado como un rebelde sin causa, se enfrentaba a las normas y a los adultos por no compartir muchas de sus normas que, de acuerdo a su criterio y manera de pensar, eran mentiras, hipocresías y falsedades.

Notando el gran potencial intelectual y la capacidad de liderazgo en Miguel, muchas personas mayores, maestros y algunos amigos de sus padres, desearon encausarlo positivamente proponiéndole participar en grupos juveniles de tipo ecológico, ayuda social e inclusive en grupos de formación artística, pensando que de esta forma él podría expresar su inconformidad y canalizar su gran energía y potencial hacia un horizonte positivo.

Lastimosamente a Miguel le faltó carácter, se dejó abrumar por la burla de sus amistades, pues con el tiempo, sus compañeros de barra le habían conferido el titulo de “embarrada”, “El gran osado y atrevido”, reputación conferida que lo marcó y le impidió tomar correctas decisiones.

Recuerdo que alguna vez hablé con él para invitarlo a un grupo de formación para líderes, se mostró muy interesado, pero cuando les contó a sus amigos de sus intenciones, ellos se burlaron y lo pusieron en ridículo, así que desistió de la invitación, pues mantener la reputación que tenía, era más importante que cualquier cosa.

Antes de cumplir los dieciséis años empezó a fumar y a consumir licor, a los dieciocho ya usaba estimulantes a la vez que se ganó la fama del gran seductor por sus éxitos con las mujeres, lo que lo llevó a frecuentar casas de prostitución, discotecas y fiestas privadas donde no había limites morales.

Inmediatamente terminó la secundaría, entró a la universidad, donde mantuvo esa personalidad fuerte de líder pernicioso, con algo de arrogancia.

La vida en la universidad le empezó a marcar más exigencias económicas, pues su estilo de vestir, el consumo de estupefacientes, el licor y todos sus vicios le indujeron a adquirir otras manías y conductas, se hizo gigolo y empezó a traficar con estupefacientes en el claustro universitario.

—“Miguel, ¡mira lo que estas haciendo con tu vida¡” Pilas por favor, deja el vicio y ponte a estudiar. – Le decía Jairo.

—No joda Jairo. ¿Para qué dejar esto? Para hacer la misma pendejada de todo el mundo: ¿Joderse trabajando sin gozar? Hay que disfrutar las cosas ahora que se puede – Contestaba Miguel.

—Pero Miguel, ya es suficiente: Mírate no más como estas y a donde vas a parar. Día a día estás más adicto a la droga, llegará el momento que no la podrás dejar. Te vas a meter en líos. Lo menos es que te pesques un SIDA. —Con sincera preocupación le hablaba su gran amigo Jairo.

—Tus padres están muy preocupados, ellos han notando algo, ayer me estuvieron preguntando. —Le dijo Jairo

—¿Me aventaste con ellos? Cuidado Jairo que ahí si lo veo mal. – Le contestó Miguel-

No Miguel, ni más faltaba, usted sabe que para mi primero están mis amigos. –Replicó.

Por toda la situación Jairo se encontraba muy preocupado, el estado de Miguel cada vez era más delicado y deplorable, y aunque él había sido su cómplice en muchas aventuras, ya no se sentía capaz de secundarlo en todas sus locuras, así que asumió otra posición, tratar de ayudarlo.

Ya no solamente le cubría la espalda, lo aconsejaba cuando la lucidez de Miguel lo permitía, y lo escondía en su casa u otros lugares para que los padres no descubrieran su estado. También lo empezó a proteger en la universidad. Jairo sabía que este problema podría hacer que Miguel perdiera el cupo y tuviese un enfrentamiento fuerte sobre todo con su papá que era más exigente.

Cursando el cuarto semestre, Miguel embarazó a una compañera, y previendo todos los problemas que originaría para las dos familias, decidió casarse.

—No lo hagas Miguel, casarse no es la solución, enfrenta la situación de otra manera –Le decía Jairo.

A pesar del consejo de su amigo, decidió realizar el matrimonio. La chica era de una familia con buena posición social, la cual recibiría la ayuda de los padres, así que eso le convenía.

Trataron de engañar a la gente diciendo que el bebé era sietemesino, pero finalmente fueron descubiertos.

Miguel tuvo que cambiar la jornada de estudio de diurna a nocturna, durante el día trabajaba en la empresa de unos familiares desempeñándose como supervisor de obras externas, lo que le daba tiempo para usar el vehículo a su antojo.

El estudio por la noche también fue una oportunidad para seguir con su desordenada vida.

El estilo pretencioso de vida social que llevaba, mas las obligaciones matrimoniales, el hijo y la parranda, hacían que sus necesidades financieras fueran cada vez mayores, así que empezó a realizar negocios ilegales lo que le llevó a conocer algunas personas con una experiencia delictiva alta, quiénes lo invitaron a participar en el atraco de una fábrica, se llevarían la nómina y la prima de medio año de 150 empleados.

Con cierto temor y recelo le contó a Jairo lo que haría, invitándolo a participar, pero por supuesto Jairo ni aprobaba sus andanzas y menos participaría, pero bajo el lema de el valor de la amistad es la fidelidad, tampoco dijo nada. Miguel estaba seguro de la ley del silencio de su gran amigo.

En el intento de atraco fueron detenidos, Miguel salió mal herido, una bala le paralizó un brazo y le dañó algún nervio del ojo. A él se le condenó por intentó de atraco e intento de homicidio, y dejó mal herido a un guardia de la fabrica.

La condena de Miguel es larga, cuando salga su hijo ya tendrá más de los quince años.

Jairo está perdiendo el juicio, dicen que en el sanatorio lo mantienen dopado, pues cuando despierta no hace más que gritar porque se siente culpable: “Yo pude evitar que esto le sucediera a mi mejor amigo, sí desde hace muchos años hubiera hablado con sus padres o los maestros... nunca hablé con nadie, no quise aventarlo, y ahora me tocó que hablar en el estrado ante el juez a cambio de mi libertad, como cómplice del delito”.

La vida de Miguel terminó en la cárcel y la de Jairo en un sanatorio como un loco enfurecido.

Los padres de Miguel quedaron decepcionados de su hijo, y bajo el encargo de su nieto. No podemos augurar qué futuro le deparará.

Con esta historia espero que aprendas a diferenciar el valor de una verdadera amistad. Tú puedes evitar que al amigo que encubres y respaldas en silencio termine como Miguel. No importa que ahora te lo reproche, con el tiempo, cuando sea una persona recta y útil para con su sociedad sabrá agradecértelo.

La amistad como el amor implica la verdad. Si tu te comportas tolerante o permisible con quienes dices que son tus amigos, les estás haciendo daño, pues desde ahí se encuba el germen de un cáncer que se lo carcomerá mañana.

Haz lo correcto ahora que tienes la oportunidad, es solo cuestión de saber respetar a los amigos y tener carácter.

Autor: Tito González S.

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