EL PATO ANTIPATICO
En
una casa finca nació una parvada de seis patos. Se diferenciaban por algunas
características especiales, pero todos finalmente eran patos.
Sobresalía
uno que era muy diestro para defenderse en el agua, iniciaba carreras con sus
hermanos y en todas él ganaba, e igualmente era astuto y hábil en juegos por la
pradera. Todos le admiraban y le seguía.
Con
el tiempo se le reconocía como el pato más destacado entre todos, era el mejor,
a la vez que se convirtió en la consciencia critica de sus hermanos, pues de
manera recurrente lo que hacían ellos se los criticaba al igual que a otras
aves de la granja.
Se
incomodaba porque sus hermanos no fueran tan diestros como él, se ofendía
porque ellos con cualquier cosa se entretenían. —No maduran, parecen niños
todavía. —les decía.
Su
obsesión por ser el más perfecto lo convirtió en un pato irritable que por
cualquier motivo fácilmente se enfadaba, por lo era muy común que iniciara
momentos incomodos en los que todos terminaban ofendidos e irritados.
El
tiempo siguió corriendo y los patos creciendo, y con el pasar de los días la
parvada fue consiguiendo nuevos amigos que no eran aceptados por el pato
perfecto e inteligente y destacado como le decían sus hermanos.
Llegaron
a viejos, los patos siguieron visitando el estanque, pero al pato perfecto
terminó siendo un pato mal humorado que por todo se quejaba, inclusive ya le
molestaba el agua del estanque donde había aprendido a nadar.
Se
convirtió en un pato neurótico que hasta el murmullo de sus hermanos le
molestaba, «Don perfecto» fue su apodo.
Don
perfecto con el tiempo se convirtió en un estorbo para todos, nadie quería
estar con él cuando visitaba el estanque.
Este
odioso pato arrogante y mal humorado, terminó creando su propia celda en la
prisión de la soledad, porque inclusive los hijos que con el tiempo pudo tener,
decidieron alejarse pues su acostumbrada forma de criticar y estar creyéndose
el mejor, hizo que hasta ellos se cansaran.
Autor: Tito González S.
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